
manolete,
si no sabes torear
p’a que te metes.
Por tu culpa esta es la segunda vez que defiendo al Sevilla F. C. ¡coño!, ¡me van a llamar palangana!
Miguelete, de verdad ¿con pocas palabras basta?, pues yo no voy a ser tan parco y ejecutaré un ejercicio de perífrasis. Si lo tuyo es la política y administrar un Reino como el de Navarra, dedícate a eso y no vengas a meter la pata provocando a personas que administran una sociedad privada-deportiva y han demostrado tener más categoría que casi la mayoría del firmamento futbolero. En vez de coger el capote y dar una serie de pases y aplacar la furia del morlaco vas y le echas gasolina al fuego. Si tienes que intervenir, hazlo, pero para poner sentido común en cabeza ajena, no para insultar.
Desde que José M. Del Nido se hizo cargo de la presidencia del Sevilla F. C. (año 2002), ha sido un modelo a imitar de señorío en su comportamiento deportivo y poderío en su gestión financiera al frente de la entidad hispalense. Ha sido el club que en la temporada pasada en la que habiendo podido conseguir el título liguero se vio, ya no solo perjudicado en ese partido contra el Mallorca y arbitrado por el mismo árbitro, sino que durante toda la temporada y reconocido por los medios de comunicación deportivos fue el mas perjudicado por las injustas decisiones arbitrales. A Del Nido y su directiva no tan solo no se le oyó decir NI PÍO, sino que cuando alguien intentaba meterle los dedos en la boca para tirarle de la lengua siempre se ciñó a la frase: ni yo, ni mi directiva, hablará jamás de los árbitros. Y a rajatabla, LO HA CUMPLIDO.
Yo creo que después de visto lo visto ningún otro directivo hubiera soportado lo que este Presidente soportó de su vecino de enfrente el señor Lopera, que desde 1995 que salvó al R. Betis B. de su desaparición, se tiró varios años haciendo del insulto y el desprecio hacia el Sevilla F. C. su único motivo de trabajar por el Betis, además del deportivo, y sin que desde esa entidad se le respondiera. JAMÁS SE CONTESTÓ A NINGUNA PROVOCACIÓN, incluidas agresiones en el palco de Heliópolis. Fíjate si hay señorío entre mi gente andalusa que pudiendo haber aprovechado tu gran error al cruzar la delgada línea roja que divide lo que un político PUEDE decir y lo que no DEBE decir y pegarte un revolcón de los que no se olvidan, más de un mes después no han contestado y probablemente ya no lo harán.
Vamos hombre no atices el fuego, mira que entretenerte en poner en duda una decisión arbitral alegando que fue una injusticia y dejando maliciosamente en la aire la duda que pudiera haber sido intencionada y además para redondear la tarde taurina ensalzas a los dirigentes de tu equipo y desprecias al adversario tratándolos de no tener categoría y calificándolos de “personajes”, pero en su acepción peyorativa. No está nada bien que, aunque lícitamente intentes defender los intereses de tu equipo, argumentes con razones de dudosa verisimilitud sobre la justicia de un penalti y la mala intención del árbitro que lo pitó y más cuando echando mano a la historia desde que ocurren incidentes entre los dos clubes el balance de la misma te perjudica.
Como siempre voy a seguir con mi línea inquebrantable (genio y figura, hasta la sepultura), de razonamiento y en vez de dedicarme a insultar y faltar al respeto como tú, voy a rebatiros a los navarros, peloteros o no, todos los agravios de los que os quejáis.
Si el enfrentamiento entre dos equipos fuese entre Barça-Madrid todos recordarían los incidentes de cada temporada convenientemente recordado por los distintos medios de comunicación, pero como son entre dos equipos del montón tirando a buenos, pues ya nadie se acuerda de la ocurrido. Pero para eso estoy yo, pisha, p’a recordarlo.
Desde que se inició el campeonato de liga anual muchos han sido los enfrentamientos entre los dos equipos sin que hubiera nada notable de reseñar, pues tanto en 1ª como en 2ª división siempre fueron deportivos dentro de lo razonable. Pero mire usted por donde llegamos a la temporada 2001-02 con el Sevilla F. C. recién ascendido a 1ª y encima haciendo una brillante campaña a falta solo de coronarla con la clasificación para la UEFA. Y de que no lo consiguiera se encargó un “arreglito” del C. A. Osasuna. En la última jornada de liga se jugaban dos partidos claves; por un lado el Sevilla-Villarreal (1-0), y por el otro el que se dio en llamar atinadamente de la “fraternidad vasca”, como posteriormente se demostró, el Osasuna-Alavés (0-1). Podía haber sido una jornada más de feliz final de liga si no hubiera sido porque tanto Alavés como Sevilla dependían de esos resultados para clasificarse para la UEFA, con la ventaja del Sevilla en caso de empate a puntos pues había ganado los dos partidos entre ellos. Pero vaya, vaya, con el partido de la “fraternidad vasca”. El partido fue un tongo de tal tamaño que solo faltó que los jugadores y técnicos y al discurrir ya el caluroso mes de Mayo, hubieran tendido sobre la fresca hierba del Sadar los manteles y hubieran degustado un sabroso pic-nic con vino de La Rioja alavesa incluido y amenizado con las voces de fondo del graderío cantando con cachondeo: que se besen, que se besen y se hagan el amor. ¿Alguien oyó a la directiva del Sevilla quejarse? No dijeron ni Pamplona, pero la procesión iba por dentro de jugadores y técnicos a los que dos equipos vasco y navarro les estafaron miserablemente toda una temporada de trabajo.
Árbitros que han cometido injusticias en la larga lista de enfrentamientos Osa-Sev-Osa, los hay. En la siguiente temporada 2002-03 en Pamplona (2-1), el vasco Pérez Lasa además de pitar penalti en el primer gol de Osasuna dio válido el segundo de Aloisi marcado descaradamente con la mano, rematando la faena el astur-belga Muñiz Fernández que en eliminatoria de copa de esa misma temporada y en la que debido a la nieve y agua el Sevilla con toda la razón del mundo no quiso jugarla, este árbitro les obligó y en la prórroga pitó un penalti “de esos raros” y gol (3-2), a favor de Osasuna que eliminó al Sevilla además de expulsar injustamente al sevillista Torrado tres minutos después. No solo eso sería motivo de protesta, sino además el comportamiento de la afición navarresa que se entretuvo todo el partido y prórroga arrojándole copos de nieve a Notario portero del Sevilla. NI PÍO.
En temporada 2004-05 volvieron a coincidir en la Copa y volvió a aparecer el vasco. En el partido de vuelta en Pamplona (3-1), el amigo Pérez Lasa se tragó dos penaltis a Makukula que “vaya tela marinera” y el Sevilla F. C., eliminado. NI PÍO.
En la temporada 2005-06 volvemos a encontrarnos a Lasa y Muñiz arbitrando, dándose la circunstancia de que en Nervión (0-1), mientras el belga Muñiz pitaba falta en ataque cada vez que saltaba Kanouté, el gol de Milosevic vino por una carga con empujón por la espalda en el salto sobre Dani Alves. NI PÍO.
Los enfrentamientos siempre han acabado con multitud de amonestados del Osasuna por violencia y del Sevilla por protestar, recordando también la expulsión de Pablo Alfaro, pero después de que el negro se acordara de sus ancestros africanos y le mordiera los dedos con ánimo de “jamarselos”. NI PÍO.
Para terminar la cronología en este último partido del que te quejas, reconocerás que a los diez minutos ya tenían que haber expulsado los defensas Azpilicueta y Flaño por dos entradas alevosas primero a Diego Capel y luego a Jesús Navas coronada (nunca mejor navarramente expresado), con la que endiñó a la altura de la rodilla –si lo trinca bien lo desgracia para toda la vida-, de expulsión directa y reconocida por todos los comentaristas deportivos, los cuales no dudan en reconocer que mientras en el Sevilla los amonestados lo fueron por faltas técnicas, las 7 de Osasuna más las dos expulsiones lo fueron por juego violento, salvo una por estorbar un saque de falta.
Yo intuyo que el motivo de tu cabreo no se debe a lo estrictamente deportivo sino que obedece al hecho concreto de la gran fuerza que tiene el mundo del balompié. Navarra es famosa por sus fiestas de San Fermín, pero nada comparable a la enorme publicidad turística que supone el tener un equipo campeón de Europa para que su nombre y comarca suene en el mundo, y claro está, como el año pasado fue el momento propicio debido primero a la buena forma del Osa y segundo a los antecedentes coperos con totalidad de victorias navarras, pues ¡hala!, ya veías al equipo de tus amores a, presuntamente menos de seis meses de las elecciones, con la Copa de Europa en las manos. Pero se cruzó en vuestro camino el Sevilla y os eliminó y eso parece que no ha terminado de ser digerido por algunos y principalmente tú y de ahí parte el cabreo institucional totalmente injustificado. Es humanamente entendible que acercándose las elecciones a algunos políticos al percibir el olor a sangre se nos caliente el hocico y en consecuencia digamos cosas que posteriormente y cuando recapacitamos nos arrepintamos de haberlas expresado. Los poderes públicos están obligados a poseer, administrar y transmitir serenidad por que luego cuando por culpa de su gravísima irresponsabilidad ocurren hechos lamentables, ¿cómo puedes condenarlos? Te recuerdo que estos dos equipos se volverán a encontrar en Pamplona y no tardará mucho.
Cuando una persona o colectivo se queja por haber sido víctima de un robo o expolio lo hace por dos motivos concretos; el primero es para que el autor de la fechoría sea puesto entre rejas y el segundo mas humano es lo que en jurisprudencia se denomina como “reponer el mal causado”. O esa, que si yo te madrugo un Millón de (mis añoradas), Pesetas, tú, además de desear que me metan en el talego, lo cual no soluciona tu pobreza momentáneamente, estás condicionado a declarar que no hace falta que sean tan duros conmigo ya que lo que realmente deseas es que yo, mediante la fuerza de la poli, te devuelva el millón y así después se despierte tu bestia interior vengativa y desees que me metan en la cárcel 30 años y a ser posible sin remisión de condena.
Bueno pues entonces yo, para resarcirte a ti y a todos tus súbditos navarros te propongo un arreglo para poder ambas partes restituirnos del mal causado (según tú al haber sido expoliados en el partido de Nervión), y este es el siguiente: yo me pongo en contacto con el señor Del Nido y esperando de su caballerosidad, reiteradamente demostrada, le propongo que se vuelva atrás lo acontecido en el partido de balompié objeto de este contencioso. Le propongo que Fabiano tire fuera el penalti y os sea devuelto un punto producto del empate y a cambio cuando tú –porqué has de ser tú el que venga a recogerlo-, te persones en Sevilla te traes y nos devuelves las cadenas del escudo de Navarra que también nos fueron robados por tus monarcales antepasados en nombre del crucifijo y a golpe de espada al culto pueblo andalusí (asentamiento de Turdetania, una de las primeras comunidades cultas del territorio de Iberia, capital de la Baética y la Mauritania Tingitana, el más culto e importante de los territorios que conformaron la Citerior y la Ulterior, dos emperadores a Roma, capital de la rebautizada Hispania por el Al-Andalus con grandes poetas, médicos y demás gente sabia y lo más importante; el proveedor contemporáneo de mano de obra inculta y barata para el resto de los Reinos Unidos de las Españas), y de camino, ya que la Puerta de Carmona está cerca del estadio del barrio de Nervión y aprovechando que el río Betis discurre plácidamente por debajo del puente de Triana, también y conjuntamente con el punto recobrado te puedes llevar la calle que se llama Muro de los Navarros y la plantas en el centro de Pamplona o allá donde te salga de la mismísima punta del Pacharán.
Miguelete, miguelete, si no sabes torear, p’a que te metes.
Paco Fuentes Sierra. Primer secretario.
Partido Andalucista-Reyne de Mallorca.