CARTAS ANDALUSÍES XXVI
Bueno señorito/as de Els Altres Andalusos, no he tardado mucho en volver a ponerme en contacto con “ustede vusotros”. Espero que al recibo de la presente ya habréis salido de debajo de la cama, lugar adonde os aconsejé que os metierais con motivo y ocasión de mi queja por el trato que de vuestra parte recibía y creo que aún recibe hoy día el país andalusí y una de sus formas de cultura. No ha tardado mucho algún miembro de la clase alta catalana en volver a darnos motivos de repulsa, aunque en este caso y con esa ex primera dama ya llueve sobre mojado.
Bien y ahora que vais a decir después de las gloriosas declaraciones de la puñetera descendiente de los francos de los Condados del norte del río Llobregat, de canallescos antepasados agresores y masacradores del Al-Andalus en nombre del crucifijo y que jamás debieron cruzar el Saltus Castulonensis por tierra, para terminar por mar su Virrey robándonos el Peñón de Gibraltar para regalárselo como botín de guerra a los británicos. Mucho abominar hoy en día del catolicismo, el papado y sus bulas cuando, con sus bendiciones a los fieles y amenazas de excomunión a los desobedientes, machacaron durante siglos a nuestros antepasados andalusíes y ahora cuando deben de agradecer los servicios prestados a los descendientes de sus sometidos por la colaboración en construir un país catalán opulento, les escupen en la cara que aunque hables, escribas y te comportes en catalán no eres más que un puto perro andalú que no mereces más que “limpiá la cuadra, segá (¡ojú!, que bien m’a queao ¡eh!, segá, el segaó, ya sabéis, lo de cantá), la miese, recogé asitunas y doblá er lomo ante er señorito semigabasho”.
Por desgracia siempre he tenido razón y bien que me pesa. Aunque olvidéis de donde venís y reneguéis de vuestra tierra y antepasados andalusíes jamás conseguiréis que os acepten como nuevos catalanes. De nada vale que os esforcéis en integraros y aprender a escribir y hablar en catalán, no, de nada sirve, pues siempre que a ellos les convenga os echarán en cara vuestra condición de andalusíes, condición inherente a ser, no personas, sino estiércol pestilente y chusma de segunda categoría, aunque en honor a la verdad si somos considerados por encima de, como diría Eugenio, hijos invertidos, magrebíes, negros (perdón, subsaharianos), amerindios, y demás.
A esta oligarquía catalana los andalusíes no les gustamos absolutamente nada. Estos oligarcas nos odian y desprecian como los individuos de inferior categoría que para ellos representamos, pero ¡ah!, amigo mío, otra cosa es nuestro “parné”. El dinero no solo no lo odian, sino que lo aman y atesoran con loca ternura. Un andalusí no puede llegar ser presidente de los Condados Francos del norte de la Marca Hispánica sin provocar rechazo y asco en esa clase dirigente, pero que compremos en Caprabo y nos comamos los canapés de rico paté de guarro La Piara o la pizza Tarradellas. sí; que nos bebamos su cosquilleante cava y su suave anís, sí; que depositemos nuestro dinero en Caixa de Catalonya, La Caixa, Banco de Sabadell, etc., sí; y que por cierto, esta última tienda de dinero fue la primera en instalarse en China pues ya y disimuladamente según dicen las lenguas de doble filo, formaba parte de los empresarios acompañadores del Rey de España-Conde de Barcelona y los andalusíes Felipe y Alfonsito cuando se pasearon por la Gran Muralla y firmaron los acuerdos por los que todos los países que conformamos los Reinos Unidos de Hispania tenemos que comernos casi 250 mil chinos (son muchos más, pero como se parecen tanto), que con un trato fiscal privilegiado y abusando de la competencia desleal se han adueñado de toda la pequeña industria -exenta de impuestos en el periodo inicial y más importante, importación de productos fabricados en China y de más que dudosa calidad, fabricación clandestina, mano de obra barata, o gratis, ¿quién lo sabe?, horarios comerciales brutales de 18 horas diarias los siete días de la semana, etc.-, anda, a ver quién compite con eso y así cualquiera puede vender cuatro pilas de radio a 20 duros y encima ganar dinero.
Ahora y para no molestar a vuestros nuevos amos seguro que callaréis como meretrices de la calle Conde Asalto y creo que no diréis nada. Vosotros solo denunciáis la Feria de Abril. Ni a la Egregia Dama, ni a vosotros os importa absolutamente nada que vuestra región europea se haya quedado totalmente desindustrializada por la fuga de empresas a paraísos fiscales y sociales: Flex de Esparraguera, Braun de Esplugues, Nissam de la Zona Franca, Panasonic de Girona, Philips, Seat semi desmontada y todos los demás que son muchos, nada os importa que por la frontera francesa se cuelen bandas de criminales del Este que tienen totalmente aterrorizada por la brutalidad en sus atracos y asesinatos a todas las urbanizaciones y núcleos dispersamente poblados de Cataluña y el resto del Levante; nada os importa que te des un paseo por los alrededores de Las Ramblas y observes a gentes de otros países y razas todo el día sentado por los bancos de las plazuelas consumiendo servicios públicos sanitarios, sociales y educativos a cambio de engordar ficticiamente la “nómina” de parladores del catalá. Vosotros estáis todo el día acusando a tal García Prieto de haber tenido antaño cuentas con la justicia –cuentas que vosotros mismo indiscretamente reconocisteis que estaban saldadas con la sociedad-, solo por desprestigiar la Feria de Abril de la comarca del Vallés.
Espero, pues nada me llenaría más de satisfacción, que el tener que tragarme con “papas” fritas y pedir disculpas por esta Carta Andalusí después de leer vuestra nota de protesta condenando las declaraciones –mucho me malévolo que más que tarde, nunca, caerá esa breva-, de esta ciudadana de los Condados Franco-Catalanes de apellido Hierroúnica y con demencia senil irreversible.
Paco Fuentes Sierra. Primer Secretario.