viernes, 14 de septiembre de 2007

Cartas...al coriano José M. Maldonado Julio2005

Al coriano José M. Maldonado y “Los Quinteros”.

No hace muchos días un buen andalú de apellido Maldonado y residente en la maravillosa localidad sevillana a la orilla del Guadalquivir llamada Coria del Río, contestó a un mensaje de Nuevo Nasionalismo Andalú. En este mensaje nos preguntó el porqué, al referirnos al Partido Andalucista, lo escribíamos en correcto castellano y luego al referirnos a Andalusía, andalú, andaluse/as lo escribíamos tal como lo pronunciamos en el andalú del final del valle del Guadalquivir.

Del mensaje de nuestro apreciado andalú José María Maldonado entresacamos este pasaje ya que pocas veces en la vida una persona, como ha ocurrido con este coriano, tiene la virtud de dar de lleno en el clavo y legitimar con una frase toda una vida (la de Nuevo Nasionalismo Andalú y, sobre todo, la mía), de dedicación a dignificar la pisoteada, vilipendiada, arrastrada, escupida, insultada y odiada figura de los andaluses fuera de Andalusía, aunque dentro de la misma también hay andaluses que nos odian por no querer ser castellano-manchegos-leoneses-aragoneses-madrileños. Resumiendo, por no querer ser español, que es lo políticamente correcto y solo desear ser dignos andaluses. Dios Mío, que difícil es ser pobres y encima desear tan solo ser “aseituneros artivos”.

La parte del mensaje -y aquí Nuevo Nasionalismo Andalú implora una especial atención al leerlo-, que demuestra lo que hemos acabado siendo los andaluses y el desprecio que de nosotros sienten fuera y dentro de Andalusía, viene resumida por el pasaje que de ello entresacamos para su posterior análisis:

“Luego viene el quejarse de que por ahí no nos toman en serio, que nos consideran analfabetos y somos el hazmerreír de muchos.

Cierto diputado me contó una vez que cuando hablaban los andalucistas en el Parlamento, cuando tenían representación, había muchos que se iban al bar comentando en tono de chanza:

Vamos a tomar algo, que ahora vienen "los quinteros"

No querido Maldonado; no queridos andaluses; no resto de hispano hablantes-leyentes; no es eso, ni muchísimo menos. Si los andaluses somos el hazmerreír del resto del estado español y nos desprecian llamándonos “los Quinteros” entre otras muchas “lindezas”, Nuevo Nasionalismo Andalú tiene la ciencia cierta por haberlo sentido en carnes propias, que no es por el as/zento andalú.

En las distintas comunidades que conforman el estado español, entre las que está y espero que no por mucho tiempo Andalusía, existen acentos de todos los pelajes, a saber: el español gallego; el español catalán; el español aragonés; naturalmente el andalú y sobre todo tengámoslo muy en cuenta, el español canario. Ninguno de ellos solo por su pronunciación produce especial burla y desprecio sino tan solo coloquialmente una imitación y en el caso andalú, de mosqueo comunitario según el diputado Moreno perteneciente a mi partido.

Proseguimos:

Esto es bastante ofensivo, y me pregunto qué harían nuestros diputados para ser tomados tan poco en serio”.

Entonces, ¿porqué lo que se pregunta nuestro amigo coriano en el párrafo anterior? En nuestra Carta Nasionalista (4), ya hicimos referencia cuando denunciábamos que en el debate del Estado de la Nación se había oído hablar en todos los asentos menos en el andalú. En ese momento no consideramos ni oportuno, ni conveniente escribir sobre el lamentable episodio del representante canario, que al igual que el andalú, cuando todavía éramos alguien y teníamos representante, al dirigirse a la Cámara y sabiendo el resto de diputados su condición de proespañolista y progubernamental y que lo que iba a aplicar en su minúscula intervención era agua, jabón y colonia, antaño para Aznar, hogaño para Zapatero, se fueron a tomar café ya que no merecía perder el tiempo escuchando a este descendiente del pelotillero español Pérez Galdós.

Y ahí está, en cuatro líneas mal contadas y resumidas, la historia del andalucismo en el Parlamento Español. Sabiendo de sobra que el Partido Andalucista era y es “la mantenida” del PSOE, que durante los 25 años de mandato del Rojas-Marcos y sus secuaces (solo nombraré a Antonio Ortega, pero hay muchos más), han machacado el nacionalismo andaluz hasta el punto de hacerlo desaparecer y que aún en estos días la desbandada de militantes en cantidad y calidad es espectacular, llegando al punto que a no tardar mucho Nuevo Nasionalismo Andalú pedirá públicamente que el Partido defina de que se financia.

El Parlamento de España es un único e incomparable escaparate y de ello todas la Comunidades Autónomas se dieron cuenta hace muchos años, menos al parecer nosotros los andaluses. Nunca en la historia de la España Autonómica ha habido unos traidores a su pueblo y sus gentes -ni presumiblemente los volverá a haber-, que al igual que los políticos del Partido Andalucista hayan dilapidado un incalculable tesoro político como hemos hecho nosotros. Habiendo tenido la oportunidad y pudiendo haber hablado en Madrid de los miles de problemas que atenazan a Andalusía y que la mantienen no solo en el subdesarrollo político y social, sino que además es motivo de desprecio y rechazo sistemático por el resto del estado español por holgazanes, perránganos, vividores del sudor ajeno, garrapatas, vampiros chupa sangre y así una larga lista de insultos e improperios, que comprensiblemente y a lo largo de casi 30 años, no ha sido nunca combatido por el PSOE por su naturaleza de españolista, pero que es indignante, por humillante, que nunca haya sido denunciado por ningún representante del andalucismo en Madrid habiendo callado como vulgares prostitutas y ahora ¿de que nos quejamos? Solo tenemos lo que nos merecemos, pues si en vez de un Quintero andalú, en la tribuna hubiera estado un catalán, gallego o vasco, de ninguna manera se hubieran atrevido a decir o hacer lo que nuestro apreciado andalú Maldonado denuncia.

Aunque cualquier Regia o Alta Dignidad debe de soportar a su alrededor la cohorte de pelotilleros y aduladores que le son inseparables, en su fuero interno los deprecia abominando de ellos y no fiándose absolutamente nada, ya que si hoy por las temporales circunstancias de mando me haces la pelota a mí, mañana, cuando sea árbol caído, no dudaras ni un momento en hacerme leña y trasladar inmisericorde la adulación y peloteo a quién ocupe mi lugar y sea mi sucesor. Esto no solo es aplicable en política, si no que yo lo consideraría como su “leiv motiv” y por desgracia política aplicable a nosotros, el Partido Andalucista con respecto a las relaciones con el PSOEspañol y a sus miembros, los cuales al considerarnos “su mantenida” del cortijo político con derecho a ser criada para magreo, pastora sobada, hija de jornalero calentadora de tálamo, pues aunque los miembros del PSOE en el congreso reconocieran la condición de aliados y te pasaran la mano por el lomo adulándote, cuando subías a la tribuna y como sabían de sobra que lo que ibas a decir era irrelevante, pues eso, a tomar café y que lo den “pol culo” a los Quinteros andaluses.

El as/zento andalú, como el catalán, canario y demás, no ha sido nunca en el Parlamento Español motivo de especial burla, como no lo fue otrora el asento de Felipe González, y ahora las exageradas e inoportunas zetas de Zapatero.

El verdadero motivo de la burla y desprecio hacia los Quinteros andaluses es que aunque todos los diputados del Parlamento español y andalú reconocen la inestimable, por valiosa, colaboración del P. A. para exterminar el nasionalismo andalú, en su fuero interno nos deprecian y cuando nuestro partido va casa del PSOEspañol a “poné er cazo” para cobrar los servicios prestados, recibe merecidamente la contestación pertinente: Roma, no paga a traidores.

Andalusía, levántate ya, que se te hace tarde “p’a comé er gaspasho y dormí la ziesta”.

Paco Fuentes Sierra.
Primer Secretario del Partido Andalucista. Baleares.